Regenerar el futuro: el desafío que el mercado inmobiliario no puede seguir postergando, por Itziar Puente
Sostenibilidad • 6 de mayo de 2025 01:20:40 PM CST • Escrito por Itziar Puente Martínez del Sobral

Hace diez años, la Organización de las Naciones Unidas lanzó un llamado global con la aprobación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Este ambicioso plan no sólo representó un desafío a las políticas públicas, sino también una sacudida a la conciencia de las industrias privadas incluido el sector inmobiliario, cuya huella en el deterioro ambiental ha sido históricamente profunda. No es casualidad que la industria de la construcción sea responsable del 40% de las
emisiones globales de gases de efecto invernadero.
La pregunta ya no es si debemos actuar, sino cómo lo hacemos y, sobre todo, con qué urgencia. En este contexto, Reserva Santa Fe nace no sólo como un desarrollo residencial, sino como un manifiesto: una propuesta mexicana que responde no únicamente a los lineamientos de sostenibilidad internacional, sino a una convicción profunda de que es posible y necesario transformar la forma en la que habitamos el planeta. Nos hemos comprometido con un nuevo paradigma: el modelo de vivienda y construcción regenerativo. Un modelo que no se conforma con reducir el daño, sino que busca restituir, restaurar y enriquecer los ecosistemas en los que se inserta.
Pero, ¿qué significa realmente regenerar? Se trata de ir más allá de la sostenibilidad tradicional. Es adoptar una certificación que exige que los espacios construidos devuelvan más de lo que consumen, en energía, agua, biodiversidad y bienestar. En términos concretos, hablamos de devolver al entorno al menos un 5% más del agua y energía que se utiliza. Hablamos de construir lugares que no sólo no dañen, sino que fortalezcan la vida.
Nuestro terreno, 196 hectáreas de bosque entre los valles de México y Toluca, fue durante años testigo de la sobreexplotación. Hoy, gracias al trabajo conjunto con ejidatarios y comunidades aliadas, ese mismo espacio se transforma en un ecosistema vibrante, donde la naturaleza y el ser humano pueden convivir en armonía. Un lugar donde la conservación y la alta calidad de vida no se excluyen, sino que se potencian mutuamente.
Este compromiso no se queda en el discurso. Lo estamos llevando a la práctica a través de acciones concretas: lagos, represas, pozos de infiltración y el Santuario de Nacelagua son solo algunos ejemplos del esfuerzo por regresar agua a la región. Además, respetamos los usos, costumbres y la historia de las comunidades vecinas, con quienes no solo compartimos territorio, sino también visión.
Reserva Santa Fe no busca ser una excepción, sino una señal clara de que otro camino es posible. El éxito de este proyecto no es una medalla individual, sino un avance colectivo. Y es ahí donde está la verdadera oportunidad: en alinear voluntades públicas y privadas hacia un modelo que no sólo minimice el impacto, sino que regenere la vida.
El mercado inmobiliario tiene ante sí una responsabilidad ineludible. No basta con construir: hoy debemos reconstruir el vínculo con la tierra que habitamos. Porque al final del día, la única manera de asegurar nuestro futuro, es comenzar a devolverle algo al planeta que tanto nos ha dado.