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¿Es viable la construcción sustentable en México? Retos y oportunidades, por Armando Turrent Riquelme

Escrito por Armando Turrent Riquelme | 17 de junio de 2025 06:47:01 PM Z

Hablar de construcción sustentable en México todavía significa hablar de aspiración más que de una práctica generalizada. A pesar de que existen tecnologías, recursos e incluso casos de éxito, la realidad es que la industria inmobiliaria sigue operando con una visión de corto plazo, ajena a los beneficios tangibles—económicos, ambientales y sociales— de edificar de forma responsable.

No es que el concepto sea nuevo. De hecho, en México existen antecedentes valiosos de desarrollos que integraron criterios verdes desde hace décadas. Sin embargo, la falta de continuidad, la ausencia de políticas públicas robustas y un mercado que aún no exige sostenibilidad con firmeza han frenado su adopción a gran escala.

La oportunidad que no estamos viendo

En Reserva Santa Fe, desde el primer plano decidimos no solo construir con responsabilidad ambiental, sino demostrar que la sustentabilidad puede ser también una vía rentable. Lo hacemos con hechos, no con promesas: vamos a entregar tasas internas de retorno (TIR) positivas a nuestros socios.

La pregunta clave no es si se puede. Es, ¿por qué tan pocos lo están intentando?

México tiene muchas ventajas frente a otros países:

  • Mano de obra calificada y accesible
  • Materiales de construcción locales que pueden sustituir importaciones
  • Legislación flexible (aunque a veces también poco estructurada)
  • Y, sobre todo, una generación de compradores e inversionistas que empieza a priorizar calidad de vida, eficiencia energética y retorno ecológico sobre solo ubicación y metros cuadrados.

 

La resistencia tiene múltiples causas. La principal es cultural: los desarrolladores siguen operando bajo un esquema de producción masiva, rápida y sin visión de impacto. Pero también hay cuellos de botella estructurales.

En países como Canadá o Estados Unidos, los desarrollos sostenibles de vivienda social existen porque hay subsidios, apoyos técnicos y voluntad política. Aquí, el cambio solo será posible con una colaboración activa entre sector público e iniciativa privada.

Agua y energía: los dos retos fundamentales

Los dos grandes desafíos técnicos para cualquier construcción sustentable en México son el agua y la energía. En zonas con buena captación pluvial —como el Estado de México, donde se ubica Reserva Santa Fe— la solución es viable con tecnología existente. Nosotros, por ejemplo, utilizamos plantas de tratamiento individuales por vivienda, tecnología europea adaptada al modelo de casas premium.

Pero ¿qué pasa en climas áridos o en zonas densamente urbanizadas como la Ciudad de México? Ahí el reto es escalar: crear plantas de tratamiento colectivas, reducir la dependencia de la red hídrica central, y, sobre todo, repensar el ciclo completo del agua, no solo la captación.

En energía, hay que respetar ciertas regulaciones, por ejemplo, CFE pone límites legales al uso autónomo de energía renovable, priorizando el consumo de lo generado por la red nacional. Segundo, la infraestructura actual no permite que el excedente renovable de un desarrollo se distribuya libremente, a pesar de los beneficios obvios que esto tendría para todos.

 

¿Y en términos de costo?

El mito de que lo sustentable es “más caro” solo se desmonta con datos. En Reserva Santa Fe lo comprobamos: es posible diseñar, construir y vender un desarrollo con criterios regenerativos —energía limpia, cero residuos, autosuficiencia hídrica— y mantener retornos atractivos para inversionistas. Claro que hay retos, pero ya no es una utopía tecnológica ni financiera.

Hoy más que nunca, necesitamos contar los casos que están funcionando. No solo el de Reserva Santa Fe, sino otros que existen en el país y que deben ser visibilizados por cámaras empresariales, medios especializados y políticas públicas.

Si no empezamos a construir con responsabilidad desde ahora, no solo perderemos oportunidades económicas, perderemos legitimidad como industria.