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Construcción regenerativa en México: ¿Cómo alcanzar cero emisiones y un impacto ambiental positivo? por Martín Gutiérrez Lacayo

Sostenibilidad • 15 de abril de 2025 01:38:19 PM CST • Escrito por Martín Gutiérrez Lacayo

México, un país de gran diversidad en climas, ecosistemas y culturas, cuenta con una profunda herencia de prácticas sostenibles. Desde épocas prehispánicas, las culturas originarias construían en armonía con la naturaleza, utilizando materiales como el adobe, adaptados a las condiciones bioclimáticas de cada región. Estos conocimientos ancestrales, basados en el respeto al entorno y el aprovechamiento de los recursos naturales, hoy cobran una nueva relevancia bajo el concepto de construcción regenerativa. 

Sin embargo, con la llegada de materiales industriales como el concreto y el acero en el siglo XX, la industria moderna se alejó de estos principios, priorizando la eficiencia productiva sobre el equilibrio ambiental. 

Hoy, frente a la urgencia de la crisis climática, la arquitectura y la construcción están llamadas a evolucionar. El objetivo ya no es solo reducir el impacto ambiental, sino también regenerar los ecosistemas y avanzar hacia un modelo de cero emisiones.

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Diseño Bioclimático: volver al origen con innovación 

Uno de los pilares de la construcción regenerativa es el diseño bioclimático, una práctica que tiene raíces en las estrategias constructivas de las civilizaciones originarias. Estas aprovechaban la orientación solar, la ventilación natural y los materiales locales para crear espacios con confort térmico, sin necesidad de sistemas artificiales. 

Hoy, esta lógica se retoma y se perfecciona: las edificaciones deben adaptarse a las condiciones específicas de cada región —maximizando la luz solar en zonas frías o incentivando la ventilación cruzada en climas cálidos— para reducir el consumo energético desde el diseño mismo. 

Energía renovable: del potencial a la acción 

México tiene un vasto potencial en fuentes de energía limpia como la solar, eólica e hidroeléctrica. En este contexto, la construcción debe evolucionar hacia la autosuficiencia energética, con edificaciones capaces de generar más energía de la que consumen. 

Un ejemplo claro es Reserva Santa Fe, en el Estado de México. Este proyecto ha implementado estrategias como aislamiento térmico de alto rendimiento, el uso de 60 paneles solares por vivienda y sistemas de calefacción eficientes, lo que permite reducir la huella de carbono hasta en un 30% en comparación con viviendas tradicionales. 

Además, sus edificaciones —incluyendo la Casa Club y las viviendas de Punta Campana— operan de manera 100% autónoma en energía y agua, con una reserva de hasta siete días en caso de emergencia. También han desarrollado una herramienta de medición propia: una calculadora de emisiones de carbono que monitorea todo el ciclo, desde la construcción hasta la operación. 

Materiales responsables: construir con consciencia  

Otro eje esencial es la elección de materiales. Hoy, el sector debe asumir la responsabilidad de evaluar no solo el impacto ambiental de los insumos durante su fabricación, sino su ciclo de vida completo, desde la extracción hasta su disposición final. 

Adoptar principios de economía circular es clave: reutilizar, reciclar y elegir insumos de bajo impacto. Ya existen casos exitosos con el uso de madera certificada, acero reciclado y materiales locales, pero estos modelos deben escalarse y convertirse en práctica común en todo el país. Esto no solo reduce la dependencia de recursos no renovables, sino que también evita la deforestación y fomenta una industria más ética y sostenible. 

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Regenerar, no mitigar 

La verdadera transformación implica ir más allá de minimizar daños. Significa restaurar el equilibrio ecológico: reforestar, tratar el agua de forma natural, integrar la biodiversidad en los entornos urbanos y crear comunidades resilientes. 

La construcción regenerativa no es una utopía: ya está sucediendo en México. Su base está en cuatro pilares: diseño bioclimático, energía limpia, materiales responsables y regeneración del entorno. Estos principios no son opcionales; son el camino para construir el futuro que nuestras ciudades, comunidades y ecosistemas necesitan. 

Un llamado al compromiso colectivo 

Los desafíos existen, sin duda. Pero el sector privado está demostrando que sí es posible cambiar el rumbo. Alcanzar las metas de cero emisiones y restaurar el ambiente dependerá del compromiso conjunto entre desarrolladores, arquitectos, gobiernos, proveedores y ciudadanos. 

Hoy más que nunca, debemos construir no solo viviendas, sino un legado: infraestructura que regenere, que inspire, y que esté alineada con la vida. 

Descubre Reserva Santa Fe: naturaleza, diseño y propósito en un solo lugar.

Martín Gutiérrez Lacayo

Abogado especialista en Derecho Ambiental con 30 años de experiencia en áreas de conservación y protección de la naturaleza.